Si, aproximadamente a las 11:30 la he recibido, bueno, tras diez minutos más o menos peleando con los transportistas al decirme que si no entraba en el ascensor tendrían que llevársela nuevamente, contratar el servicio de puesta en marcha y traerla en otro momento.
Les comento entonces que la desprecinto en el mismo portal sacando los corchos que no ejercieran impedimento para salvar el sensor de apertura de las puertas dejando solo la pantalla en su interior, y nada, que no están autorizados a abrir el producto sin haberlo entregado en el domicilio.
En fin, que llamo al conserje para ver si sabe alguna manera de poder anular temporalmente el sensor del ascensor y me dice que es la primera vez que le preguntan esto. No obstante el lunes vendría un técnico para revisarlos de nuevo, a lo que me dije que yo no me quedo sin el televisor, vamos. A cabezón yo.
Me dice uno de ellos que los capreichos resultan caros, que un servicio de grúa cuesta unos 180 euros.
¿Queeé? Je, ni por asomo, bien podría haber dicho yo si entra o no al vendedor o que por su parte el decirme que si no entra por un ascensor que optara por otras vías, pero como tampoco me comunicó nada yo insistía en que esa pantalla ha de subirse como sea, por la escalera ayudándoles yo también.
Y nada, que debido a la fragilidad del panel que no la suben tampoco y menos once pisos, así que, tras probar en el otro ascensor, siendo iguales, fuerza un poco la caja y sin tocar con la misma varios botones de los pisos al haberlo hecho en tres ocasiones.
Al final arriba que fue ¡Anda que no he disfrutado desembalándola y preparando las nuevas medidas Vesa.
