Ante la postura de Philips de torear a sus clientes, de no dar soluciones, de engañarnos continuamente, yo he optado por no comprarles más. Llevo desde las televisiones en blanco y negro siendo comprador de esta marca, !benditos los holandeses!, se les criticaban que estaban en el avance tecnológico y dejaban el aspecto comercial, y ahora, es un desastre total, con un producto que podrían ser líderes y lo echan por tierra por aspectos de gestión.
Voy a regalar a mi hermana un televisor por Navidades y en lugar del consiguiente Philips le he comprado un Panasonic.
Lo siento, aquí se acaba un idilio de muchos años.